Monday, July 4, 2011

Call to Arms, por Saxon



Hace poco más de un mes (03JUN11), el ya legendario grupo británico Saxon nos brindó su decimonovena obra intitulada Call to Arms.

El proyecto presenta una muy agradable sorpresa, incluyendo al actual tecladista de Deep Purple: Don Airey.

La obra comienza con Hammer of the Gods, una pieza que muestra el estilo ya clásico e inconfundible del grupo inglés. Tranquilamente puede ser integrado en la obra de Power & the Glory de 1983 sin marcar una diferencia con el resto de las piezas.

La segunda pieza, Back in 79, es una pieza que intenta precisamente regresar a las bases de composición, donde destaca un nuevo himno: show me your hands... remember me.

Después de un descanso en la nostalgia, la siguiente pieza acelera la obra, Surviving Against the Odds. A través de la pieza, ambas guitarras (Paul Quinn & Doug Scarratt) encuentran por vez primera la oportunidad de mostrar su talento.

En la cuarta pieza, Mists of Avalon, Airey hace patente la razón de su invitación, con una bella introducción donde las guitarras recuperan el liderazgo del tema de manera paulatina. El primer solo de guitarra comienza con una clásica doble escala pentatónica para continuar con una bella estructura; a pesar de que el segundo requinto es más sencillo, la última estrofa es prácticamente dominada por un discreto tercer requinto.

La pieza que cerraría “el lado A” de un LP es justamente la que da nombre a la obra, Call to Arms. Se trata de una muy bella balada épica (definitivamente, la mejor expresión musical de Saxon) que recuerda las mejores épocas a mediados de los 80’s, específicamente Crusader (1984) y particularmente de The Eagle has Landed de Power & the Glory; dando inicio con su inconfundibles entradas que terminan en remates de guitarra, para regresar alternadamente a sus coloraturas clásicas.

La sexta pieza, Chasing the Bullet, es realmente una continuación de la anterior, pero tan sólo en la intención, porque las guitarras regresan después del descanso en la pieza anterior. La pieza semeja en mucho a los acordes tradicionales de AC/DC.

La siguiente pieza, Afterburner, prosigue en lo que podría ser una obra temática, ya que continúa con la historia de las dos piezas anteriores. Además, da continuidad al incremento en la velocidad, algo que se agradece porque se disfruta mejor a las guitarras. Es interesante como en el primer solo presentan un interesante contrapunto las dos guitarras, algo no observado en su obra en al menos una década.

La octava pieza, When Doomsday Comes, es el tema principal para la película Hybrid Theory. El inicio de Airey en el órgano y su permanencia a lo largo de la pieza, demuestra porque es el excelente relevo de Jon Lord en Deep Purple, así también demuestra porque fue invitado por un muy conservador grupo como lo es Saxon. Sin embargo, contrasta con el resto de la obra y no muy positivamente. Por momentos recuerda a Judgement Day, pero de Whitesnake, no su obra de 1979.

La siguiente pieza, No Rest for the Wickel, da inicio con una guitarra un poco extraña para Saxon, que la voz parece imitar, pero afortunadamente rápidamente se corrige el rumbo.

La última pieza, Balls for the Working Man, es un tanto más extraña para el estilo de Saxon, recuerda más la vieja propuesta de rock sureño estadounidense de la segunda mitad de los 70’s, aunque en esencia toma muchos elementos de And the Band Plays On, de la obra Denim & Leather (1981).

Saxon propone una undécima pieza como apéndice a la obra, donde nuevamente el tema del disco es presentado (Call to Arms), pero con una orquestación muy interesante e impresionante, ya que la inclusión de cuerdas e instrumentos de viento le da un toque más épico a la pieza.

El póster de la obra es recuperado del reclutamiento que Gran Bretaña hizo durante la Gran Guerra durante los 10’s del siglo pasado. El personaje es Lord Kitchener, famoso militar irlandés que invitaba a la gente para enrolarse en el ejército británico.

Saludos.

Sunday, July 3, 2011

40 años sin el American Prayer: Jim Morrison



Hoy -03JUL11-se conmemora el cuadragésimo aniversario luctuoso de uno de los más grandes poetas del siglo XX: Jim Morrison.

Jim Morrison fue un rebelde desde muy chico, esquivó el servicio militar estadounidense, fingiendo un supuesto homosexualismo, con el consabido enojo de su padre, quien servía como almirante de la armada y tuvo la fortuna de ser el comandante en jefe del primer submarino atómico.

Dada su pasión por las letras, ingresó a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) donde se graduó como Director de Teatro (entre sus compañeros y amigos se encontraba Francis Ford Coppola).

Fue en UCLA donde conoció a Ray Daniel Manzarek, organista que estaba formando un grupo de rock. Morrison estaba interesado en difundir su poesía, por lo que un buen día le compartió alguno de sus borradores a Manzarek quien quedó inmediatamente “hinoptizado” de su arte (así mismo ocurriría con el resto de su generación en los años venideros).

Morrison fue un verdadero garbanzo de libra en su generación, prefería gastar su dinero en la compra de libros que incluso renovar su ropa; libros que devoraba con una facilidad impresionante, en la búsqueda de nuevas expresiones para construir su poesía.

Manzarek lo invitó a una presentación con un grupo del cual él formaba parte, evento durante el cual Morrison declamaría alguno de sus poemas, siempre de espalda al público por tener un fuerte “pánico escénico”.

El público quedó maravillado con sus letras, por lo que nunca ejercería como director de teatro, tan pronto se graduó de UCLA, comenzó a componer música para sus poemas, contratando a dos excelentes músicos: Robby Krieger (guitarrista con fuerte formación clásica -especializado en flamenco- por UCLA) y John Densmore (baterista de jazz, graduado por la escuela de música en el Santa Mónica City College).

Después de tocar muchas puertas en empresas discográficas, una nueva, pequeña y desorganizada casa musical les abrió la oportunidad: Elektra (con el tiempo -y gracias a Morrison- se convertiría en una de las grandes empresas del globo). Morrison tenía la idea de llamar al proyecto Las Puertas de la Percepción, basado en la obra homónima de Aldous Huxley, quien a su vez lo tomó de un poema de William Blake:
If the doors of perception were cleansed, everything will appear to man as it is, infinite.

Muy en particular, William Blake fue de una influencia profunda en la poesía de Morrison.

Una primera desavenencia ocurrió entre Elektra y Morrison (primera de muchas), donde la empresa simplificaría el nombre del grupo a Las Puertas: The Doors.

Con The Doors, Morrison escribiría 6 obras que son referencia para la historia del rock:
The Doors (1966)
Strange Days (1967)
Waiting for the Sun (1968)
The Soft Parade (1969)
Morrison Hotel (1970)
L.A. Woman (1971)

Para los últimos tres álbums, Morrison participaría en ellos “bajo protesta” ante tanto abuso irresponsable de Elektra, quien lo forzó a participar en los mismos. Su protesta consistió en cantar perdidamente borracho en ellos.

En paralelo, editaría poesía, publicando en vida dos obras y dejando un sinnúmero de escritos independientes que han servido para dos compilaciones póstumas hasta este momento:
The Lords and the New Creatures (1969)
An American Prayer (1970)
Wilderness (1988)
The American Night (1990)

Para 1978, Ray Daniel Manzarek compondría la música para An American Prayer, una versión en audio que Morrison grabaría para el poemario del mismo nombre.

Una vez concluido su contrato con Elektra (MAY71), Morrison es invitado por Atlantic Records (la mejor empresa de la época) para unirse a sus filas, aceptando inmediatamente, aunque falleciendo dos semanas después de ser contratado en su departamento de París, aparentemente por intoxicación alcóholica.

Su tumba se encuentra dentro del panteón de la gente ilustre en París, a un lado de Lord Byron. Un dato intersante es que el gran amor de su vida, Pamela Courson fallecería a los 27 años, al igual que Morrison.

En 17ENE09, el cineasta Tom DiCillo recreó el documental que mejor ilustra la vida de este gran bate, con el apoyo de Manzarek, intitulado When You're Strange. Dicho documental es narrado por Johnny Depp.

Con respecto a la obra de Oliver Stone (1991) donde Val Kilmer interpreta a Morrison, Krieger opinaría algo muy acertado: fue una excelente actuación de Kilmer, una ficción muy alejada de la realidad, pero que a Morrison definitivamente sí le divertiría.

Jim Morrison vivió al extremo, como su obra lo demuestra: una mezcla entre rebeldía y superación nietzchiana.

Saludos.